Nosé que año, mes, día y hora es, me desperté y sé que estoy sentada en un colchón que puedo deducir que el mismo se encuentra en el piso. No puedo moverme del lugar en el que me encuentro. Puedo sentir el frío metal de las esposas que sujetan mis muñecas, y la venda de algún tipo de tela pero no les sabría decir de cual se trata; uno porque no sé de géneros y dos porque mis ojos están vendados.
Comienzo a entrar en desesperación, entonces empiezo por acercar mis manos a mi cabeza y logro jalar y sacarme la tela que me cubría los ojos. Ahora sí, la oscuridad se convierte en una luz tenue que entra por una ventana del cuarto en donde me encontraba.
Abrumada por tal situación, lloro, y pienso, estoy deseperada y busco una explicación de como llegué a ese lugar. Me encuentro confundida, entonces pienso que lo mejor es tranquilizarme y analizar la situación.
Me tranquilizo y observo cada detalle de la habitacion en dónde estaba, la puerta era madera, las paredes estaban pintadas de colorado, había un espejo redondo con marco dorado frente al colchón donde he despertado, hay una una mesita de escritorio y silla anigua de roble y un placard empotrado, nada más que eso. Miro el piso color roble oscuro y de repente diviso un brillo destellante en el piso, producido por la luz que viene de afuera. Veo, mas detenidamente, y me doy cuenta que aquel objeto eran las llaves que reflejan la luz que entraba por la ventana. Entonces las agarro, y sin moverme la miro y me pregunto si es la llave de mis esposas o será de la puerta del cuarto en dónde me encontraba. La tengo en mi mano y no trato de colocar la misma en la cerraduras, ni de las esposas ni de la puerta, tenía miedo de llevarme una gran decepción y que solo sean de algun otro objeto, y realmente no sé porque actúo de esa forma tan tranquila y pausada, si quiero salir de estas cuatro paredes, o no?.
Estoy detenidamente observando cada detalle de la llave, su espesor, sus acanaladuras en los lados planos, la longitud y la serie de muescas de distintas profundidades que poseía la misma. Me doy cuenta observándola, que por éstas características que les acabo de describir, que eran de las esposas que me sujetaban fuertemente mis muñecas. Pero no atino a sacármelas. Y sigo observándolas.
Quizás mi miedo reside, en lo que puede haber detrás de la puerta? no lo sé, pero permanezco inmóvil solo mirando la llave.
Somos la llave, yo y... si, me doy cuenta que hay un el tic tac, como si anunciara que el tiempo se estaba agotando y debía actuar e irme rápidamente del lugar; y nosé de donde proviene, si de un reloj, o del cronómetro de una bomba que está a punto de estallar, o es simplemente un metrónomo que marca el compás de una composicion musical, no lo sé, pero me mantiene inquietante.
Entonces tomo coraje, si necesito salir de éste lugar, miro por última vez la llave en mi mano la direcciono hacia la cerradura de mis esposas y logro liberarme, veo mis muñecas marcadas por las mismas, pero no me preocupa, soy "libre". Sí, y que soy libre entre colmillas, ya que aún falta saber lo que hay detrás de la puerta. Ahora, somos el tic tac y yo.
Ahora, estoy liberada pero aún soy poseída, por alguien que no conozco quizás?.
Doy vueltas en el cuarto, camino dentro de éstas cuatro paredes, mi cabeza pensando si actuar o no, pero quiero salir, quiero salir de éste lugar.
Me doy cuenta, prestándole mas atención a todo, que la mesita de madera tiene un pequeño cajón, me acerco lentamente, tomo de la pequeña manija y esperanzadamente lo abro, pero está vacío.
Luego de buscar varios recovecos de la habitacion, me doy cuentra que está la ventana, si aquella ventana en dónde la luz se reflejaba en la llave, y claro, la clave está en la ventana, está cerrada pero con fuerza logro abrirla, y puedo ver que me encuentro en un primer piso. Puedo ver que desde la misma se ve un enorme jardín que da a un cendero y mas allá un bosque. Si, ahi veo mi salvación.
Y Que hago entonces? para esto tendría que saltar, y como soy experta en caídas seguramente pe rompería algun hueso, es una altura bastante alta, y no me animo.
Me doy vuelta desesperanzada, y ahí lo veo. El colchón en donde me desperté, entonces lo agarro y ahora si, lo tiro y cae sobre el césped.
Con valentía me tiro en direccion al colchón y caigo. Siento dolor en mi cuerpo, pero solo es un golpe. Puedo pararme y al fín soy libre. Entonces, comienzo a correr, corro cada vez más rápido, quiero escapar de éste lugar en el que alguien me mantenía oculta y en vilo. Sigo corriendo por el jardin, miro sólo en dirección al bosque, es mi único objetivo, necesito perderme en el, sé que ahí voy a estar más segura. Ya estoy a solo unos metros del cendero, ahora lo cruzo, y escuho que se acerca y se oye cada vez mas fuerte el sonido de una una bocina y.....
fín.
Char Giordano
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