Repentinamente la mujer que en las sombras del bosque habita empieza a perder el control de su cuerpo, rápidamente se da la vuelta y empieza a correr sin un rumbo fijo, escapando de allí corre instintivamente sin saber a dónde va. Sigue perdida como siempre lo estuvo en su vida, buscando eso que nunca conoció, sólo sigue el camino por intuición llegando luego de varias horas hasta un bosque; mira a su alrededor y se encuentra sola o al menos es lo que creía ella en ese momento.
De repente escucha el crepitar de las hojas, y lo ve ahí parado, era un hombre con ojos de fuego que caminaba lentamente hacia ella. No podía dejar de mirar esa hipnótica mirada, sus ojos ardían como llamaradas en medio de la oscuridad y veía como aquellas llamas que brotaban de sus ojos se acercaban muy lentamente, podía sentir como de repente aquel frío interior comenzaba a desaparecer.
Seguía ahí parada, temerosa pero expectante por saber quién era ese hombre enigmático. Podía ver la oscuridad que en él habitaba, pero aún así dejó que se acerque y mientras más lo miraba comenzaba a derretirse cada vez más como la cera de una vela ardiendo en el medio de la noche. Y mientras su corazón latía cada vez con más fuerza, no lo podía evitar, se consumía por dentro.
El no hablaba solo la miraba y ella enmudecida no podía creer lo que estaba sucediendo, se sentía como en un sueño ya vivido, y es que sin tocarlo podía saborear sus labios, podía sentír el dulce sabor de su boca aún desde lejos; viejas sensaciones brotaban por debajo de su piel y de repente ella nacía de nuevo. Se sentía nuevamente viva y no comprendía el porqué aquel hombre extraño producía esas sensaciones en ella.
-Qué es esto que siento dentro mío? es como una droga que me recorre mis venas, te miro a los ojos y nosé, siento que poco a poco voy transformándome en alguien que no conocía. Acaso me he has hechizado y me encuentro en una especie de trance?. Dime, por favor dime quien eres tú y sácame ésto que me consume por dentro, tengo miedo, no quiero sentirme así. Le dice consternada ella a aquel hombre que sentía que conocía y no.
-Soy alguien que nunca has conocido o sí, y quizás no me reconozcas porque hoy no soy el mismo de aquel entonces, si quieres saber quien soy pues te lo diré: soy ese que ha venido desde la oscuridad, soy quien vino a esta tierra para ser rescatado de las tinieblas, porque soy aquel hombre que lo invaden aquellas sombras del feróz y errante pasado. Yo soy quien no conoce lo que es una caricia sentida, un beso y lo que es un amor verdadero. Soy aquel hombre que se ha enamorado, pero también soy aquel al que nunca han amado.
-Y porque te acercaste a mi? No comprendo a que has venido, le dice ella con su voz temblorosa.
-Porque tú también necesitas ser salvada, lo puedo ver en tus ojos, te pasa lo mismo, lo puedo sentir.
-Y cómo sabes que yo necesito eso, como puedes sentir esto que me pasa? dime, como?
-Porque puedo ver a través de tus ojos, porque cuando te vi, me vi. Los dos necesitamos eso, necesitamos de las mismas cosas para poder por fin sentir lo que es realmente estar vivos.
(le decía a ella tomándola de los hombros y mirándola fijamente a los ojos).
- Y tú como sabes que yo necesito eso si apenas me conoces?
(Ella le dice confundida, y empujándolo se aparta).
- Porque no es así como tú piensas. Porque yo te conozco, porque una vez existió un lazo que nos unió y que era como una especie de imán querida mía. Porque aquel día te vi allí y mi cuerpo se acercó al tuyo inevitablemente, y me dejé ir, no lo pude evitar.
Y La revelación de aquel enigma comienza a resolverse.
-Cómo, no comprendo lo que estás diciendo? (ella seguía confundida, tomándose de la cabeza).
-Sí, sé que no lo puedes ver ahora y es que te has olvidado de todo aquello. Porque que en aquella lúgubre oscuridad de la que tú vienes escapando, yo también estuve una vez ahí a tu lado, pero en aquel momento para ti sólo fuí aquel hombre al que no supiste ver, fuí sólo un fantasma.
He aquí querida, el porqué sientes que me has conocido y no; y es porque allí de esas tinieblas de donde yo he venido, son donde tú también has estado.(le dice a ella mirándola).
Ella sorprendida, no lo podía creer, él era lo que había buscado todo este tiempo pero nunca lo supo ver. A veces la gente se encuentra en su mundo y no puede ver lo que ha de tener a su lado. Creo que muy dentro suyo ella sabía que él siempre iba a estar y es por eso que eligió explorar otros caminos en esos tiempos, no quiso ver que a su lado estaba la persona que le iba a dar la paz que tanto necesitaba.
Hoy ella reflexiona sobre las decisiones tomadas en el ayer y siente rabia por no ver en aquel entonces que ahí a su lado siempre estuvo su camino. (Ella lo miraba con arrepentimiento).
Ella en su interior quería estar con él pero ahora no sabía cómo acercarse, tenía miedo y no sabía que decirle a aquel hombre que aún la seguía queriendo a pesar de todo.
Los dos seguían parados en aquel bosque en donde los altos árboles solo dejaban pasar apenas unos rayos de luz que iluminaban sus rostros. Se miraban, y no decían nada. Ella quería hablar y no sabía cómo empezar, él en cambio estaba callado y solo la miraba con sus ojos rojos llenos de pasión.
-No lo entiendo, como todavía me quieres? a pesar de no haber podido apreciarte en su momento. Nosé que pasaba por mi cabeza en ese entonces, realmente me arrepiento por todo lo que ha pasado y ahora sinceramente no sé como remediarlo.
Querida, no te preocupes yo te comprendo, está todo bien. Piénsalo así, quizás no tenía que suceder. Pero quiero que sepas una cosa, no te sientas culpable por todo lo sucedido, las cosas se dan cuando se tienen que dar, y ahora pensando, te hago yo una pregunta… Dónde estamos ahora?
-No te comprendo.
-Sí, donde estamos ahora los dos? Y es que si ayer me habrás visto yo nosé si hoy estuviera aquí contigo, o tu aquí a mi lado. Mira, no se sabe que pudo haber pasado con nosotros aquel entonces. Y es que no pienses sobre lo que podría haber sido, porque nunca fué, sino piensa en el hoy, en que éste e nuestro momento y no otro, ahora es presente, y ahora es cuando las cosas están sucediendo y eso es lo que tenemos que aprovechar. Querida mía a fín de cuentas el mañana es hoy; y hoy aquí y ahora, y quiero pasarlo contigo.
